La creación del Museu Picasso responde a la voluntad del propio artista de tener un museo y
exponer permanentemente obra suya en Barcelona. Para conseguirlo fue esencial el papel que
desempeñó Jaume Sabartés, amigo y secretario personal del artista. Al buscar el emplazamiento,
se optó por un edificio patrimonial que estuviera situado en el centro histórico de la ciudad, muy
cercano a la Barcelona que Picasso conoció y en la cual vivió. Se eligió el Palacio Aguilar, entonces
casi en ruinas, que se restauró y adaptó para su uso como museo. A partir de esta sede inicial, la
institución ha ido creciendo hasta incorporar los palacios contiguos de la calle Montcada.
Durante más de un año y medio se ha realizado una tarea exhaustiva de investigación y estudio
arqueológico, arquitectónico, histórico y patrimonial para determinar tanto la cronología como
las características de los edificios, identificando y destacando los elementos patrimoniales más
relevantes. El estudio ha conseguido resultados muy valiosos y extensos, que nos permiten
profundizar en el conocimiento de los edificios y, por extensión, de la ciudad de Barcelona y
gozar todavía más de un patrimonio arquitectónico único. Nos satisface enormemente empezar a
compartirlo con vosotros con esta visita virtual.
,